El convento de San Esteban fue y sigue centro de estudios universitarios de nuestra ciudad. Precisamente por eso, siendo estos frailes estudiosos, entre otras cosas, de astronomía y matemáticas, asesoraron a Cristobal Colón a través del prior Fray Diego de Deza, que era consejero espiritual de la reina Isabel e intercedió ante los reyes para coseguir que se entrevistasen con él. De ahí la importancia de los dominicos, sin cuya ayuda Colón no hubiese recibido el apoyo de los reyes para realizar su famoso descubrimiento. Además, los dominicos, fueron evangelizadores y sobretodo defensores de los derechos de los indios, con protagonistas como Fray Bartolomé de las Casas o Francisco de Vitoria. Si a todo ello sumamos la riqueza artística del conjunto junto con la gran cantidad de anécdotas que nos han contado en la visita, podemos decir que ha merecido la pena y os recomendamos que cuando tengáis un rato os acerquéis al final de la Gran Vía y os adentréis en este maravilloso rincón de la cultura y la Historia de nuestra ciudad. Si conseguís que algún alumno de 2º de ESO os acompañe, puede haceros de guía. ;)
Dejo por aquí algunas fotos de la visita
De camino al convento
Descubriendo su imponente fachada plateresca
Martirio de San Esteban
Todo lleno de decoración. Reyes, profetas, santos y hasta "unicornios"...
Ya en el interior nos encontramos con un dominico con su característico hábito blanquinegro.
Y nos reciben los libros, mostrándonos desde el principio la importancia de las letras y del estudio para esta orden.
Entramos en su impresionante claustro, con bóvedas de crucería góticas y decoración renacentista. En los pilares medallones con profetas del Antiguo Testamento que aluden a la llegada del Mesías y en las esquinas la llegada del Mesías, desde la anunciación de Gabriel (que el pobre ha perdido la cabeza literalmente) hasta la adoración de los magos. Todo lleno de simbolismo.
Por esa puertecita se entra a la pequeña estancia que estaba comunicada con una capilla de la iglesia desde la que se confesaba Santa Teresa. Tanto tiempo pasaba hablando con su confesor la santa de Ávila, que al final, decidieron continuar las conversaciones paseando por el claustro.
No obstante, queda esa estancia como recuerdo de aquellos encuentros.
En el centro del claustro la fuente; el agua para la purificación antes de entrar a la eucaristía ¿os recuerda a algo?
También en el claustro bajo se encuentra la antigua Sala Capitular, que hoy alberga una proyección sobre los derechos de los indígenas y la labor de los dominicos en el nuevo mundo.
"La palabra dominicana inventó un nuevo mundo"
"De aquellas voces surgió la defensa del indio americano"
Y en la parte alta del claustro, frases de Francisco de Vitoria nos hacen pensar en la importancia del respeto mutuo y de los derechos del hombre que tan tristemente fueron vulnerados por los conquistadores en el Nuevo Mundo.
La sala capitular se quedó pequeña y se construyó esta otra, mucho más grande en estilo Barroco. Su estructura es similar a las de la sacristía, que se construyó al mismo tiempo.
Para poder pasar al templo, dejamos a un lado la escalera de acceso al claustro alto, impresionante por estar realizada sin pilares ni sujeciones e imitada poco después por los jesuitas en su convento (hoy Universidad Pontificia).
Es destacable la figura de maría Magdalena recostada leyendo bajo la balaustrada, en la parte superior de la escalera.
Antes de entrar a la Iglesia, el sepulcro neoclásico del III Duque de Alba.
Y por fin entramos en la Iglesia
Con su gran retablo barroco, dorado y lleno de decoración.
Su cimborrio.
Los espejos para observar sus nervios dieron muuucho juego a nuestros alumnos.
Y la figura de Santo Domingo, con su perro.
Detalle del "Domini can" en el púlpito
sosteniendo una antorcha para iluminar al mundo con la Palabra
¿Recordáis el confesionario de Santa Teresa que se encontraba en el claustro?
Pues si entramos esa capilla llena de frescos, la puertecita del fondo comunica con él.
Y antes de subir al coro, nos acercamos a dos capillitas más, una con imágenes de la hermandad dominicana, que procesionan en la Semana Santa Salmantina.
Y otra con una replica de la virgen de la Peña de Francia.
Salimos de la Iglesia y subimos al coro, donde descubrimos qué es un facistol y una misericordia. Y vemos el gran fresco que preside dicho coro nos presenta una imagen bastante "feminista" de la iglesia, pues nos la presenta como una mujer ataviada con ropas pontificias montada en un carro entre cuyo séquito podemos encontrar numerosas alegorías.
Antes de irnos, los alumnos de 2ºA tuvieron la suerte de encontrar abierto en salón de Colón, que fue escenario del encuentro de éste con Diego de Deza. Además pudimos apreciar su impresionante mosaico de su suelo realizado con piedras y huesos (tabas). Las piedras fueron donadas por el príncipe Juan de las que le sobraron tras empedrar la ciudad.
Y desde este salón llamado "De Profundis" salimos al exterior dejando atrás la estatua de Francisco de Victoria que se dirige hacia la universidad. Nosotros, volvemos a clase.
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